ida y vuelta
te encuentro porque me buscás y ay, cuánto me alegra que hayas dado conmigo. estoy difícil de hallar en estos días. un poco lo sabés porque me conocés (-cómo estás? -tu cosas?) y otro porque transcurrís por senderos paralelos (-vos? -alguna novedad?). cuando es domingo me llamás con tu vocecita metálica de a través de los teléfonos móviles. los primeros minutos jugamos a la pantomima del pregunta-respuesta, rápida y eficaz. después escuchás o intuís algún quiebre en mi voz y, elástica pero certera, me hurgás despacito (-tus ánimos y humores?). yo aflojo con vos. será que insistís. será que sos una de las pocas personas que, perseverantes, saben vencer mis defensas arraigadas. entonces lloro un poco y me sueno la nariz. y espero. porque sé que va a llegar y llega: llega tu sacudón, ese golpazo que me ordena. y enseguida, contenta y apaciguada, me aventuro hacia tu casa. y llego con ganas de verte y estarnos así un ratito, tiradas en tu cama, tomando coca cola y mirando películas.
4 Comments:
cómo te quiero amiga...qué bueno tenernos....
que bueno que se tienen...y dicho sea de paso , que buenos que es tenerlas.
y que bueno que es tenerte a vos, Marzopa...
ay, mis amiguchis, que bonitas son, que qué bonitas son, les digo y les sostengo.
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