exprimo las naranjas más redondas y brillantes y jugosas. tuesto el pan más recientemente horneado de esta manzana o de la de enfrente. relleno tarritos con queso, con manteca, con dulce de leche, con dulce de higos, de ciruelas. atiborro vasos con yogurth. saco las medialunas crujientes del horno. la cafetera al fuego para el café, negro y solo, nada de leche por hoy.
jazmines en el frasco boca ancha. platitos tazas vasos servilletas cuchillos cucharas en la bandeja grande. en la cama, vos.
vos durmiendo boca abajo. te acaricio despacito. vos despertándote. mientras, ya me fui, ya estoy en la cocina tomando la bandeja por los costados, ya camino lento para no volcar, ya recorro el pasillo y por fin entro en la habitación (dejé la puerta abierta para pasar tranquila).
nos acomodamos. comemos mucho mucho. mucho comemos y nos damos besos con la boca llena, desparramando migas. falta la azucarera.
te paras, medio tambaleante, medio dormido. te chocas con el ventilador, puf, el dedo chiquito. sorteas el mal momento con soltura. volves, traes el azúcar y más: dos vasos de agua con gas. agradezco tantísimo porque moría de sed.
tomamos café, tomamos agua. un sorbo de café, uno de agua. intercalamos. hacés un chiste mientras ando por el café. el acolchado blanco se recubre de pintitas negras. que te hace acordar al día que nos conocimos, decís. que el que escupió ese día fuiste vos, digo.
mientras escribo suena el teléfono: vos, que en marzo volves a desayunar acá.