jueves, julio 27, 2006

chub churub

yo acá, tan mushi mushi, pensando en él toda chuchú. y él todo fush flap splash, sin darme la menor bola...
qué injusticia, loco.

miércoles, julio 19, 2006

mushi mushi

caracol se desenreda. se desenrolla. se desembrolla.
y se descuajeringa y desata y desparrama.
me entrego a sus amores.
y me enmaraño y encaramo y me le ensamblo.

lunes, julio 17, 2006

cantares

tan veloz como un quelonio, dice la canción. yo no fui a trabajar porque se me cantó no ir y escuchar mi música.

ida y vuelta

te encuentro porque me buscás y ay, cuánto me alegra que hayas dado conmigo. estoy difícil de hallar en estos días. un poco lo sabés porque me conocés (-cómo estás? -tu cosas?) y otro porque transcurrís por senderos paralelos (-vos? -alguna novedad?). cuando es domingo me llamás con tu vocecita metálica de a través de los teléfonos móviles. los primeros minutos jugamos a la pantomima del pregunta-respuesta, rápida y eficaz. después escuchás o intuís algún quiebre en mi voz y, elástica pero certera, me hurgás despacito (-tus ánimos y humores?). yo aflojo con vos. será que insistís. será que sos una de las pocas personas que, perseverantes, saben vencer mis defensas arraigadas. entonces lloro un poco y me sueno la nariz. y espero. porque sé que va a llegar y llega: llega tu sacudón, ese golpazo que me ordena. y enseguida, contenta y apaciguada, me aventuro hacia tu casa. y llego con ganas de verte y estarnos así un ratito, tiradas en tu cama, tomando coca cola y mirando películas.

lunes, julio 10, 2006

dancer

esa nena sabía. era chica y dulce. y muy inteligente. y preguntaba eso que cualquiera –yo- querría preguntar. eso que a veces ni se sabe que se quiere saber, o no se sabe cómo enunciar. eso que da vueltas, que se balbucea y aparece como relampagueando en jirones o chispazos. eso que está ahí, sin forma está, pero que insiste e insiste.
esa nena preguntaba porque algo intuía y porque quería responder. y porque quería poder formular más interrogantes y buscar respuestas que dieran paso a otras preguntas que siguieran abriendo las cosas y las sensaciones.
porque estaba muy viva la nena. y era vivaracha y tenía los ojos grandes para mirar y asombrarse y dejarse atrapar. y para aferrarse también.
esa nena era una nena muy linda. y era muy nena y no tan nena. tenía 5 años y tenía muchos más. y le preguntaba, chiquita, a la grande que también era. y grande, se bajaba de su adultez para colgarse de esos ojos de nena no tan nena.

esa nena baila. de acá para allá pica y pica: en sus múltiples años y en sus intrincados laberintos. a veces, las cosas que encuentra no son del todo lindas. a veces lo son. a veces no encuentra nada. y sí, a veces mareada de tanto o de tan poco, se queda algo muda. pero hay algo en ella que, como esos relámpagos que vienen y van, insiste y resiste: esos ojos ávidos y abiertos, lo más hermoso que tiene.

jueves, julio 06, 2006

la verdat

él no es gente dócil.
pero con un par de sopapos
se va ordenando...

lunes, julio 03, 2006

tecito

desde donde estuve ayer y te hablo es difícil invitarte a tomar el té. porque invitarte sería decirte: -te invito a tomar el té, pero el agua es fea porque el tanque está aquí arriba y sale con gusto a cloro. –no sé poner la pava para dos. pongo mucho o demasiado poco y algunos dicen que el agua debe hervir y otros que justo antes del hervor la apague y yo no sé.
tampoco sabría con qué acompañar esas tazas humeantes. dudaría entre un pan horneado para que untes con quesos y mermeladas, ó seis churros grasientos y rellenos, ó cuatro tostados clásicos cortados en triángulos. después, y antes de que llegaras, me lamentaría por los escones que ni siquiera se me ocurrieron antes de que fuera tarde y por no saber cuáles sean tus galletitas preferidas.
desde donde estuve ayer y te hablo, si finalmente pudiera hacerlo, si finalmente y a pesar de todo te invitara, al abrirte la puerta con la semisonrisa puesta del que presiente la hecatombe, te avisaría que no pude más que esto y me lamentaría largamente del poco sabor a jazmín de las hebras: –debe estar viejo, no es este el té que acostumbro tomar. la verdad es que está horrible, vamos a tomar un café a la vuelta?
desde donde estuve ayer así hubiesen sido las cosas. pero hoy te hablo desde aquí. y desde aquí te digo que desde donde estuve ayer no té invito nada.

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