viernes, marzo 31, 2006

y vuelo

me pongo linda, fijate. es que si me abrís los ojos me salen alas.
y claro, cómo no estar linda así, alada.

jueves, marzo 30, 2006

objeto de deseo

rayas rosas, rayas grises. no, perpendiculares no. tampoco transversales. paralelas y horizontales. mediana. ni muy muy ni tan tan. por eso digo, mediana. tamaño suficiente para los libros de inglés, la carpeta de séptimo grado –con las tantas divisiones que suponen las cuatro asignaturas-, la cartuchera gorda repleta de biromes de colores con olor a limón ananá manzana mandarina uva, y algún que otro manual demandado para la ocasión. entonces, la medida justa y necesaria.
las correas para colgarse de la espalda, también de tela rosigris, acolchadas y mullidas para no dañar cuerpecitos en desarrollo. al final de cada tira, esos ganchitos que permiten alargar o acortar, acorde a las medidas de cada quien. y ahí también, todos de acuerdo: si se pega el estirón, se estiran las correas y sanseacabó.
el cierre del espacio grande, el principal, con apertura de lado a lado: de pe a pá. así sí que es fácil, a simple vistazo, definir si se olvida algún elemento. y eso no es algo menor, no es cuestión de andar sin materiales, no?
adelante, un bolsillo pequeño con cierre acorde. ideal para poner las llaves y el cambio para el boleto de la vuelta, que una ya está grande y vuelve sola. todo el conjunto, entonces, indiscutiblemente funcional.

qué orgullosa se sentía esa nena que a los doce años, después de haber berreado desde los nueve, había conseguido por medio de argumentos lógicos, expuestos científica y organizadamente, que su mamá le comprara, por fin, esa mochila. esa mochila, cuyo verdadero atractivo (ni tamaño, ni correas, ni bolsillos, ni cierres) residía en tener, cosidos en el frente del bolsillito, a los muñequitos de esa marca. la, en ese entonces, conocida y reconocida marca que ahí expuesta se volvía responsable de la envidia de todas pero todas sus amigas.

jueves, marzo 16, 2006

tras pié

necesitaba patear algo y casi no tenía qué patear.
terminé pateando al boleo.
recién ahora puedo detenerme en el movimiento de ese, de este pié.

miércoles, marzo 15, 2006

entreviendo

alberto muñoz se llama.
y así, a simple entrevista, me encantó.

su manera de mirar, de fundar, de proponer compromiso y comprometerse.
su sala y biblioteca.
su panza.

me encantó.

versiones

14 26 hora argentina. 18 26 hora española.

a las 14 26 en argentina, sentada frente a mi ordenador, imagino a c mirándose al espejo, a f y t caminando apurados mientras ríen y comparten su particular mirada sobre las cosas de este mundo (en el que argentina y españa caben juntos), a b sentado y pensando, nervioso, circunspecto.

14 30/ 18 30. un tiempo, dos espacios.

no sé quién estará sentado en ese bar, quién llegando, quién retrasado. sí sé que cuatro personas bien importantes para mí están de cita. algo de mí en ellos. habrá algo que les permita reconocerse cófrades del mismo clan? mis chicos. mis cuatro chicos queridos conociéndose en españa y yo, que los pienso en argentina.

quizás mañana quizás pasado, cada quien construirá su relato. cinco versiones, entonces, sobre la misma escena particular.

lunes, marzo 13, 2006

retacitos de mi

sus decires fantásticos. mi suponer desear querer. nuestra historia actual. nuestra futura historia.
expectativas. tanto tanti auguri.

patadas, suaves y rítmicas patadas. espalda erguida, sueltos los brazos. equilibrio.

escribo con vos para poder seguir escribiendo. parece que voy a tu casa a tu mesa a tu escritorio. miramos por la ventana. me ayudás.

un seminario y no pierdo la regularidad. me anoto en dos y elijo. me anoto en dos y siento que elijo.

yo, de nuevo.

domingo, marzo 05, 2006

esta noche

bajo las escaleras en el preciso momento en que suena el teléfono. te atiendo abajo. me preguntás si compré todas las bebidas, estás preocupado, apurado, molesto. las gaseosas limalimón te merecen una especial atención. sí, compré todo y a las siete traen el pedido a casa.
se hace un silencio. me animo a desvanecerlo y te digo que no me parece que tengamos que separarnos, que yo no quiero que nos separemos. desde el otro lado me respondés que lo que vos querés es saber de qué tenés ganas. que no tenés la menor idea.
me voy de nuestra casa. aparezco en otra, haciendo de mamá de dos nenes que no son mis hijos. uno está sucio y con frío. lo baño con agua calentita. sale del agua y se vuelve a ensuciar otra vez, vuelve a la bañadera. lo cuido mientras se baña. mientras, el papá de los nenes nos mira, y quiere que yo sea la madre, de los nenes y de él. yo no quiero. me voy.
me baño en una bañera rodeada de cortinados absurdos y pesados. rápido el shampoo, la crema de enjuague. no pueden encontrarme en ese baño, me tengo que apurar. termino. salgo. estoy en un jardín lleno de árboles. es de noche. al fondo se ven luces y una gran fiesta.

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