viernes, septiembre 30, 2005

universos disjuntos

habla. escucho atenta.
me sumerjo en sus decires e intento darle muestras de que entiendo, de que ando en sintonía con lo que cuenta.
(con mi estilo ansioso, hinchapelotas, que no puedo evitar, de completar frases ajenas).
no hay caso. todo lo que digo merece un rotundo no de su boca.
-no, no así, me dice, apurado. y sigue embalado en su explicación.
me ofusco.
me niegan de plano.
ufa.
sigo pensando que lo que digo está en estrecha conexión con sus palabras. que el rumbo de nuestros pensares no se anula entre sí , más bien se alimenta.

miércoles, septiembre 28, 2005

just in case

y a la vuelta de la esquina esta nueva puerta que se abre y yo, que ya no entiendo más nada de tanto desborde que me toca pero con este talante de no dejar pasar una, me pongo a escribir tres boludeces y que sea lo que sea.

esto s´un abuso

si vuelve a abrir el cajoncito que está a la altura de mi rodilla cuando cruzo las piernas, mientras me atrona el oido al grito de -cuidado! lo pateo. me cansó.

lunes, septiembre 26, 2005

sobre gustos

No en términos de transacción. Pero algunas veces aparece esto de ponerse a pensar en qué gestos, cosas, modos adoptó uno de un otro.
Por lo general, la revelación me viene de la mano de un -uia! me gusta esto que antes no me movía un pelo y ahora me encanta y qué bueno que me lo presentaste y acá ando, disfrutando; o, -y esto de dónde me salió? -Ahhhh, sí. O, voy a hacer esta comidita que comí en lo de tal, o quiero ir a este lugar del que me habló x, o tengo un libro para darte que me recomendó z... descubrirse hablando en el modo de y, usar palabras y giros típicos de w (w?).
Perspectivas, intercambios.
No hay más mejor que poder escuchar a otro, que poder tornarlo en interlocutor válido. Que lo que hace, dice, muestra –esconde-, se vuelva interesante. Que empiece a despertar incógnita, a crear deseo.
Una forma de la confianza.
Si le gustó me dan ganas de. Porque me gusta él, me gusta ella. Entonces, lo que les gusta viene cargado de ganas (brillito). Apuesto a que me va a gustar.
Sólo eso. Me puse a pensar en eso.

amigos

me quiso pasar a visitar, dice.
y pasó. y yo me asombré. le abrí, asombrada, le sonreí, enrarecida.
hace cuatro años que no le veía ni la punta del pelo enrulado.
pasaron cuatro años entre nosotros. yo sigo firme: hitos, lo que se dice hitos, de esos aquí no hay.
él tampoco tiene. se lo ve contento, un poco golpeado también.
este le pone la jeta a la vida y se llevó sus buenas cachetadas. pero sigue con esa calma tan suya.
genial. como si estuviera amigado consigo. creo que lo está.
estar amigado con uno. la gran tregua gran. algunas veces yo también me amigo.

viernes, septiembre 23, 2005

hasta la 13

Acá, en mi casa. Después del temporal. Acabo de bajarme de una furia. Como se baja de una furia, de a poco. Primero elegir una música. Nada me viene bien. Después, ma sí, que suene lo que haiga. Y ese disco estaba en el equipo. Que suene nomás.
En la 13, ya estoy casi tranquila. Termina y va de nuevo, y una vez más la 13. No una seda, pero ya sedada. Ya voy a poder decir lo que quiero de mejor manera. Qué tupé, che. Hace un rato te hubiese trompeado, ahora te daría una cachetadita.
Va de nuevo la 13. Me la voy a escuchar con parsimonia.

la 2 x 4 a la 1

Viene y me pide exige que ponga Balada para un loco.
todotango.com y lo escuchamos y cantamos (siendo viernes estilamos complicidad. jefe-empleado pero, claro, jefe que tiene otro jefe encima que nos hace las veces de jefe a ambos, enton, entre nos se cuela la simetría se cuela) y quedo con ganas de más y Naranjo en flor y algunos clásicos otros.
Cómo me gusta el tango.
Seguro, la edad y el gusto se influyen mutuamente.
Me acuerdo del segundo fin de semana en que viví en mi actual casa. Sábado. Eran las 12 ó la una de la mañana. Se me ocurrió hervir brócoli. Me sentía tan bien, tan henchida. Hacía frio afuera. Mi casa estaba rayana a ser calentita. Puse el brócoli en la olla, empezó a hervir y se empañaron todos los vidrios.
FM tango entre el hervor, un obvio y no menos rico vino. Mi libretita de espiral.
Yo escribiendo, mirando mi palacete, mirándome a mí, escrutando desbordona de ansiedad, degustando la música, mi vinito. Envuelta, seducida, tomada por la escena, exagerando sentires, dejándome llevar por la exageración.
Sola, a la una de la mañana de un sábado. Felíz, re felíz, haciendo apología de mi felicidad. Jugando a estar felíz y estándolo, comprometida, en juego: -Vení! Volá! Sentí!...

martes, septiembre 20, 2005

la adversaria

18, 19 años.
A aprender crawl y pecho y espalda decía que iba. Decía que iba porque le decían que tenía que ir, porque ella también pensaba que tenía que ir: para cuidar y potenciar su espalda, su respiración, su cuerpo. Porque era bueno cuidarse y potenciarse, le decían. Y ella también creía que era bueno.

Durante la hora en que se extendía la clase de natación daba vueltas por la calle, pero no, no daba vueltas, se quedaba quieta, escondida, temerosa de ser vista; a la sombra los días de verano, a resguardo de las luces de la calle en invierno. Y por si faltara desconsuelo, antes de volver a su casa tenía que arreglárselas para mojar la malla enteriza, la gorra y, peor aún, su pelo finito.
Se las arreglaba.

Hace unos años, no más que dos, vi El Adversario con Daniel Auteuil. Película tremendamente angustiosa. Me acordé mucho de mis 18, 19 años: mojada, en la cocina de mi casa, contando acerca de lo que el profesor había dicho, del error que me había marcado en el estilo mariposa.
Cuánto desborde de angustia, nena de mí, yo, chiquita y anudada.

viernes, septiembre 16, 2005

adelantada

Pongo las 7 claras a punto de nieve y agrego el caramelo y mezclo, y agrego el azúcar y bato, y piso las ciruelas y las deshago, y parto nueces martillando, y aparte preparo la salsita que voy a tirarle por encima y siempre aquiescentes, en cada revuelta, las ganas de que quede rica. Y ansiosa, adelantándome al momento en que estemos allí comiendo, pienso: - ojalá salga genial y te guste y les guste a ellos también y ojalá cuando la probemos estemos contentos por todo lo que comimos y tomamos y jugamos antes y mientras tanto.

ohhhhhhhhhstentosa

ohhhhhhhhh, precioso día.
y precioso ánimo.
mi ánimo mirón se mira el ombliguito.
narcisa de mí, yo, hoy, contenta.

martes, septiembre 13, 2005

me quedo

Porque la vida no está en otra parte, perdoname. La vida es esto que está transcurriendo.
La vida, uno transcurriendo.
La vida en otra parte, pasarse la vida apartándose.
La vida mañana.
La vida afuera.
Y no, no habrá nunca una puerta, estás adentro.
Yo no me quiero ir.
En todo caso, intentar dejar afuera a la vida en otra parte.
Algunas veces no, otras me cuesta.
Bu bu bu, miedosa.

lunes, septiembre 12, 2005

a tiempo

19hs.
Una mujer hace lo suyo mirando de reojo el teléfono que no suena, y aunque no está sorprendida, se pone cada vez más incrédula.
Una mujer espera que toquen el timbre. Mientras, imagina el diálogo que tendrá que dirigir.
Una mujer lava platos. Piensa piensa piensa. De repente se siente tranquila.

20 hs.
Una mujer marca un número telefónico.
Una mujer se mira al espejo antes de bajar a abrir la puerta.
Una mujer escucha la campanilla del teléfono que la atrapa pensando en una mujer a la que imagina conversando con un hombre.

21 hs.
Una mujer prepara la cena, pensando pensando pensando. Sin entender entendiendo. Sin asombrarse, asombrada.
Una mujer dialoga con un hombre.
Una mujer piensa en tres mujeres.

lugares II

mafalda le preguntaba a felipe si era capaz de imaginarse lo que sería el mundo si TODO estuviera en un mismo espacio en un mismo instante.
felipe se desmayaba y mafalda corroboraba entonces que sí, sí podía imaginarse.

el cuerpo en clave resumen de lo vivido: todo tan aquí -versión pasado pesado podrido, versión tiempo lindamente transcurrido- que casi exploto.

jueves, septiembre 08, 2005

comer, beber, amar

Ayer cocinó sus exquisiteces porque se hace la gourmet y le sale. Tiene talento y creatividad, tiene ingenio. Y se pone adulta de la mejor manera.
Siempre es un gran programa verla en medio de la comida: cómo la prepara, cómo la come, armada de movimientos chiquitos, precisos, graciosos. A veces pareciera que está haciendo magia: atrapa, corta, pisa, prueba y vuelve a mezclar.
En realidad, siempre es un gran programa verla actuar, la tipa vive como cocina, sabrosamente. Es de esas que logran hacer de lo continuo, momentos diferenciados. Ocasiones. Crea ritos y rituales que le dan otro gusto a la cosa. Sala mi hermana, sabe salar.
Ayer cenamos en la casa de su encantador, oh charming, novio. Con esa, oh charming charming musiquita. Y esa comida y esa gente y ese nosotros que armamos cada vez con mayor intensidad.
Y bebimos vinito, buen vinito, también buen intensificador de ocasión.
Y hubo -hay- amor ahí, a mi no me engañan.

miércoles, septiembre 07, 2005

pequeñeces

abrí el mail y encontré los ma ra vi llo sos y a ti na dí si mos flotadores que lale envío para ayudarme a paliar la coyuntura actual que continúa, impertérrita, por los caminos de la incontinencia.
llegué a mundo-opa y mi jefe me recitó, enterito y sin equívoco alguno, el tanguete mano a mano. después decidimos escucharlo y cantarlo a dúo. hay veces de locas cosas lindas en open munden.
al despertar, recordé un sueño feo, triste, que aún duele un poco. pero amanecí en otro sueño tan precioso, que las penas quedaron pequeñitas, como con sordina.

lunes, septiembre 05, 2005

choco chicle chupe cara...

Cada vez que me agarraba un berretín de esos de capricho patilludo malhumorado y gritón, mi papá me preguntaba qué quería: -choco, chicle, chupe, cara?
Eso de ninguna manera quería decir que fuera a conseguirme alguno de los dulces en cuestión, au contraire.
Mi papá, piola, aprovechaba la bolada para hacerse eco de mi queja y sumar ausencias a las que ya me atormentaban y que yo señalaba -bien caprichosa- insistentemente. Entonces, simplemente imitaba mi tono quejoso y me acompañaba, monocorde, entonando la falta de las exquisiteces mencionadas: -no hay choco, no hay chupe, no hay chicle, no hay cara...
Y me cagaba de lo lindo, porque en lugar de encontrar alguien ante quien reclamar, encontraba un tipo que lloriqueaba más que yo, tristísimo, molestísimo por la ausencia de todo el universo chocochiclechupecara.
En esos momentos, llena de odio, incomprendida, ofendidísima, me encerraba en mi habitación a penar solita por la injusticia de este mundo.
Y mi viejo se quedaba piola, con sonrisa en la cara y en un silencio ausente de quejas.

Mis hijos, pobrecitos ellos, también van a escuchar esa combinatoria de letras: chocochupechiclecara... y le pienso guiñar el ojo al vieji así nos burlamos juntos.

dos al paso

Resulta que viene Pepe y me contacta. Yo voy, le digo un par de pavadas y bastante más tarde entro a su blog. Y no va que viendo mirando, su blog me gusta gustando. El suyo y el de sus hermanos Trueno. Mirad, mirad, compañeros mirones: ceciliotrueno.blogspot.com

Sigo sumergida en el lodazal. La fontanería tiene sus bemoles. Los plomeros los suyos. Yo trato de generar sostenidos porque la mano continúa incontinente.

viernes, septiembre 02, 2005

plomería

Plic. Plic. Plic. 4 de la mañana y el ruidito sistemático y levantarme a penas duras y ver eso. Con los ojos dormidos ver eso. Del estante superior hacia abajo, parejito, persistente, imparable. Del techo al piso el hilo de agua fluido, continuo, perpetuo. Corre fresco chorro corre libre. Imposible frenarlo.
Me sumerjo en el agua, sumergida en el sueño. No creo lo que está pasando, no lo descreo tampoco. En duermevela las cosas no se someten a la lógica vigilante de la razón despierta. Acá, a contramano del mundo ordenado: irrealidad, nube, aire caliente, y agua.
Y mis cosas desparramadas. Y mojadas mojadas. Plic. Plic. Plic.
Y en medio de, sin entender, pero reconociendo, en medio de la desazón, del no saber qué hacer, del empezar a despertar, algo se vuelve placentero. Reconozco. Algo del orden de la resignación me dulcifica. Una conmiseración y enorgullecimiento: oh, cómo me aguanto el chorro que venga. Milésimas de segundo. Chorreada de agua y con estúpida sonrisa resignada. Eso es. En esos momentos me gustaría que alguien me viera. Es como una conmiseración exhibitiva. Así las cosas: son las 4 de la mañana, no hay plomero posible: no se puede hacer nada y ya. Y ahí estoy yo, mojada.


Y ahora a las 10, en mi laburo, no entiendo nada nada nada, y en la administración no atienden, y los miles de plomeros brillan ausentes. Y se me está cayendo el techo de mi hermosa casa. Estoy medio paralizada. Después, me tranquilizo, cuento porque de alguna manera resuelvo.

jueves, septiembre 01, 2005

vér(con)tigo

y notar lo grandes que estamos. porque eso es un poco lo que sentí cuando subí a ese octavo piso con semejante vista y vos ahí metida entre tu escritorio, tus carpetas, tus ohhhhhhh, cuántas cosas para hacer y qué pocas ganas hoy.
pero no me asusta estar así de grande, seguro porque no es asá y porque se está bien aquí.
el otro día hablaba con vos, y un poco de vértigo sí, porque resulta que el tiempo es este y medio la cosa es ahora, está siendo ahora, no? o en un par de años, estos años, todos estos años de gente.
ay, sí, un vértigo, sí.

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