lunes, octubre 31, 2005

no me vengas

porque yo no tengo problemas con los chanchitos verdes. al contrario. no sólo puedo verlos simpáticos sino que me las arreglo para conseguirles cebras a cuadritos haciendo juego.

martes, octubre 25, 2005

opalina

Bueno, aquí vestida de martes, empatizando con el clima: que me te nublo, que me te asoleo.
Mundo opa, pandora´s box: en un mismo gesto la taradez más supina y la maravilla. Sí, a veces ciertos unos me divierten. Por lo desfachatados.

Viene un opita inefable y me pregunta qué le conviene hacer de su vida: irse a vivir a España o estudiar diseño interior.
Mi secretario es humano. Los últimos días, todo apenado, me llora sus tristezas de amor. Qué guacha la loca. Me lo puso de patitas en la calle. Y el pobrecito se viene a openlandien con su bolsito a cuestas. Con una muda de ropa y el cepillo de dientes. Y de punta en blanco: ora con sus pelos al viento, ora con su colita tirante y su rulo transgresor.
Mi jefe es felíz, derrocha sonrisas en derredor. Sonríe a derecha, sonríe a izquierda, sonríe al centro y adentro, muy adentro, se siente satisfecho: cambió el auto. Nada puede salir mal.
Mi jefe más jefe, el patrón de la estancia, me llama por teléfono. Me argumenta en escuetos 32 minutos el por qué deberíamos hacer publicidad en determinado medio. Le opongo mi réplica, harto charlada ya. Entonces, otros escuetos 32 minutos para que me explique, él a mi, por qué tengo razón. Y quedamos en cero nuevamente. Sólo me atrasé 1 hora 4 minutos en el tendal de actividades pautadas para el día de la fecha. Bien.
Una compañera de tareas viene con sus dos mechas de pelo hasta la cintura. Le crecieron ayer a la noche. Es que la chica que se atendió antes que ella se puso el resto de las extensiones que tenía el peluquero.
Hasta aquí los personajes más interesantes de open world.
Después, la galería de opas delaoalaese. Y ahí ya de chistoso ni la cehache. Que si venía nublada, me pongo a llover.

lunes, octubre 24, 2005

ternura

-la naricita sobre la teta. apoyale la carita ahí, dejala un rato. estate lo más tranquila posible. y no te preocupes, vas a ver que le vas a poder dar la teta a tu nena.

Llegué a la casa de mi madre, ella hablaba por teléfono.
Tenía ese tono, esa voz, esa cadencia que generan tanta confianza.

jueves, octubre 13, 2005

pajarito de la memoria

haciendo alarde de su sentido del humor, mi secretario me hace un chiste bien bolas.
pero, oh! en su bolada me hace acordar de un libro -dónde estará, estará aún, ojalá estuviera-, uno de los preferidos de mi infancia. el pájaro de belvedere. de calvino. librazo genial. había unas fuentes de agua danzantes, unas estatuas de sal, el pájaro, obvio. un reino. no me acuerdo mucho más.
sí, que lo disfruté tantísimo cada vez que. hacía tiempo que no lo recordaba. en la portada un dibujo a mano alzada, trazo desprolijo, un poco de color, el pájaro venía en colores, creo.
qué universo más maravilloso el del pájaro de belvedere. fija que esta semana, a más tardar la otra, ó bien encuentro el mismo ejemplar (estará en lo de padre?) ó bien me voy a plaza italia en búsqueda de uno nuevo.

martes, octubre 11, 2005

está

nublado.
en la suma
de estas horas
pegoteadas.

incolora inodora insípida

Agarraré la esponja y verteré detergente, correrá el agua mientras tanto.
Lavaré platos tazas vasos cucharas tenedores cuchillos pelapapas cucharitas coladores copas ensaladeras ollas y sartenes.
Los iré depositando donde pueda: secaplatos mesadas hornallas.
Miraré las gotas cayendo entre superficies cóncavas convexas cónicas octogonales.
Las miraré estancarse sobre planos.
Las sentiré en la cara, cortajeando.

rojo

Mi plan es ordenado.
Engullir frutillas largo rato.
Desayuno, almuerzo, merienda, cena.
Contaré cada cuerpito estrellado.
Lavaré uno a uno,
sacando penachos verdes con cuidado.
Intentando perder sólo el mínimo bocado.
Quizás me mire al espejo, llena la boca de fruto aplastado.
Hasta puede que deje caer inciertos pedazos por el costado.
Torturada de rojo, hoy, con mi plan ordenado.

viernes, octubre 07, 2005

shame on you

Cual si habláramos de un bolsón de mandarinas. Una pollera de feria. Un mueble antiguo. Un libro usado. La colección completa de estampillas de Lisboa del 87. Un mapamundi de antaño. Un disco de pasta de Chico Buarque. De las arañas que colgaban en la casa de tu abuela. Del señalador que usó Joyce.
Así le pichulié a mi analista ante la suba de su tarifa.

jauja

Estoy particularmente bien. Día placentero, inclusive en lo laboral. Me divertí en open mundis. Tengo secretario a partir del día de la fecha. Já.
Igual, para decir verdades, estoy de un talante por el cual la mayoría de las cosas me caen de mil maravillas hoy. Desperté de tan buen humor. Y continuo así.
La cadencia de este viernes viene linda. Una deriva así, a la sazón, dulzona.

jueves, octubre 06, 2005

dirigido

a las 16 04 hora local yo me adormilaba al sol. a las 16 04, hora local, ella apretaba acceder y publicar.
a las 16 04, amodorrada, miré el reloj. justo. había dejado el libro que estoy leyendo boca abajo. pensaba en el sueño que había tenido anoche, en esa hijita tan chiquita que no podía alimentar, en lo angustiante que resultaba no poder darle de comer. pensaba en la diferencia de géneros: yo soñando con la terrorífica imposibilidad de alimentar a mi hija; él, con la persecución y subsiguiente vejación de su auto. juá.
a las 17 entré a mi casa. me puse la pc en frente. animomiron. encontré su comentario. la amé mucho. la amo mucho. me dice Otra, me dice gavachoise. pobre loquita, si me conocés tanto... Otra! por favor, audrey, por favor...

miércoles, octubre 05, 2005

simpático

estoy en la parada del 29. la espero.
miro para un lado y para el otro, aún sabiendo que mirar para el otro es un sinsentido. sólo puede venir por este. de todas formas, no puedo dejar de girar la cabeza.
camino hasta la esquina. para matar el tiempo, qué sé yo.
miro al horizonte, expectante. ni una cabeza familiar.
doy media vuelta y me choco con un tipo. me mira. le esquivo la mirada, estoy en un día poco exhibicionista: horrible el pelo, corrida la pintura, el alma rara. un tanto fuera de foco.
vuelvo a la parada. la espero.
la sigo esperando y la campera verde seco del tipo con quien choqué- que sí miré- se me para adelante. con chico incluido.

- hola, te invito a tomar una coca light.
- ...
- mal no te puede hacer.
- gracias, linda invitación, pero espero a una amiga para ir a un cumpleaños.
- segura?
- mucho.
- bueno, que tengas suerte.
- y vos.

se me pone lindo el pelo. la pintura vuelve a su lugar. llega mi amiga. llega el 29.
sin comerla -ni beberla-, sin saberlo, camperaverde me ajusta, un poco, simpáticamente, el foco.

noche

vueltas en la cama, por la casa, en la cabeza.
no llego a desesperar.
a las 5 30 desestimo la idea de ir a laburar. por ende, algún atisbo de tranquilidad. pero no alcanza para dormir.
más vueltas.
leo libro divertido y pavo.
los ojos gritan cansancio.
miro pliegues de la colcha. las cosas apoyadas del otro lado de la cama.
desordeno el desorden de otro modo.
tiro almohadones al piso. los miro.
miro la veta de los listones de madera.
miro el marco de la puerta, lejano.
miro la cortina de junquitos. una baja, la otra a medio subir.
miro el televisor mudo, la ropa tirada en montoncitos de colores.
miro el techo y la bola de opalina que cuelga.
la tapa está por despegar del techo.
miro miro miro, sin ver.

una luz blanquecina entra por la ventana.

dicho

y le dijo: -quiero que mis deseos se me noten, no quiero ocultarlos más.
-no quiero ocultarlos como si desear fuera algo malo, algo que no corresponde, que está vedado, que es para otros, para otra.
-no, yo tengo mis deseos, y quiero que se me noten.

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