miércoles, noviembre 30, 2005

rara

por la ansiedad loca.
por el miedo bien vestidito de fobia.
por la apatía.
todo un poquito ridículo, un poquito ajeno, un poquito sobrecargado.
todo lo que necesito es complicidad.
que nos burlemos de lo ridículo y de lo extraño. de lo sobrecargado.

sábado, noviembre 26, 2005

terraza

las dos. brisa. ella se pone saquito y todo. comida gourmet con vino ad hoc. dos personas elegantes, audrey.
hablar, hablar y seguir hablando. a eso llamo encadenar discurrires. de acá para allá, con todos los caminos serpentinos que entren en la posibilidad de ser dichos de acuerdo a las leyes de la física. relatos pero también hilachas deshilachadas retomadas de variadas nuevas formas nuevas.

-ay, te iba a decir algo de eso, pero paréntesis, creo que con respecto a lo otro...
-claro, pero pienso que... ah ya sé! me pa que entiendo de qué la viene...
-y bueno, eso es lo que te decía, no cambia la escena, sí la posición...

sin hacer mayores esfuerzos me escapo de una fiesta, la primera de una seguidilla de las que organiza mundo opa por estas fechas, para poder estar en esa terraza. lo Bien que hago.

camino dos cuadras, bañada en palabras. llego a mi casa. miro mails. ufa. pongo mi disco nuevo. canto. sigo resonando llena de murmullos ecos. estoy contenta.

jueves, noviembre 24, 2005

florida furia

ayer en openlandien, cierto uno, en medio de la locura instalada de las tareas, las fechas, los proyectos a punto pero aún no; ayer cierto uno me armó una escena importante, voluminosa, grandilocuente.

al principio contesté la estocada, entré en batalla como cabra desquiciada. luego, a medida que la furia de mi entonces oponente crecía a paso de elefante, con elevación de volumen y sarta de ofensas incluída, me fui distanciando de la escena. entonces, decidí e informé que yo, en aquellos términos, no intercambiaba media silaba más. dicho. hecho: callé. enmudecí. jugué a hacerme la desentendida, la inconmovible, la indolente. claro que quedé bien cargada, gordita de malestar, embroncada, media tembleque y todo.

hoy, como cualquier día, concurrí al opero. jugué el rol que me corresponde jugar. en ningún momento me crucé con el uno en cuestión.

a mediodía un señor tocó a mi puerta, atiborrado y colorido ramo en mano:
“estuve muy mal ayer. te pido disculpas, me siento horrible. la verdad es que mezclé todo. disculpas otra vez”.

marqué el número de la casa de cierto uno. le sonreí al tubo. intercambiamos sendas disculpas y prometimos no repetir determinadas performances.

miércoles, noviembre 23, 2005

plebella

resulta que dos posts de este blog saldrán publicados en el próximo número de la revista de poesía plebella.
me encantaría la leyeran.
por un lado, para darme aires.
por otro, dejando de lado el ubérrimo narcisismo, para que disfruten de una revista interesantísima y maravillosamente ilustrada.

viernes, noviembre 18, 2005

ayer

por la tarde en mi casa, mi prima y su pequeñita de año y tres meses. y todo se llena de dulce de frutillas y de migas y de babas y de risitas y de juguetes de colores y de llantos y sueños y urgencias.
por la noche, larga charla con querido amigo. se filtran las nubes propias y ajenas. asoman los fantasmas de cada quien. engordan las ganas de compartir secretos.
en la entrada noche -meteorológicamente negra, tardía y tormentosa noche-, arremolinados pensamientos. de esos que vienen en rachas y a raudales. de esos que se pisan y atropellan entre sí, que se llevan de la mano mutuamente y se llaman, cómplices, y se hacen notar en sí mismos y armando series concatenadas que parecen las únicas posibles. aunque no lo sean.
retazos fragmentos recortes segmentos.
y una intentando ordenarse un poquito. dibujar una historia, una historieta al menos, esperando que la configuración dure, más no sea, tres días completos.

hoy despierto apaciguada.

martes, noviembre 15, 2005

desentonar

te quiero contar algo. hay sol acá. salí de mi laburo tempranito, habiéndote leído, y me tomé un 152 atestado. la gente no parecía demasiado feliz, ahí enlatada. en cambio yo, entre señora y señor de mirada agria, yo con mi sonrisita que se me escapaba de entre las manos. de vez en cuando fruncía el ceño como para no desentonar y participar del descontento circundante, no fuera cosa de que me lincharan con su envidia...

domingo, noviembre 13, 2005

extralarge

gordo. gordote rozagante. tirante el gordo. anchas espaldas las de mi gordo de otrora. explotaba el gordo. no cabía en sí mismo. y mis pobres sillas thonet, que ahora bailan descoladas y enclenques, lo sostenían haciendo desmedidos esfuerzos. y mis silloncitos negros también intentaban... hasta que uno no pudo más, se esforzó se esforzó, pero no hubo caso, pobre, sudoroso y exhausto se rompió.
mi gordo. era una mole el gordo de naricita respingona. gordo bruto. oso gigante. cariñoso hasta decir basta. fóbico antes de pronuciar la efe. gordo querendón. gordo ausente. un día desapareció el gordo. se fue, con su figura compacta a cuestas. dejó un vacío importante, acorde a su tamaño baño.
jugábamos a fascinarnos mutuamente con el gordo. entonces, parte del juego consistía también en uno fascinándose con uno y la otra consigo y en sí misma. todo mucho, demasiado, desmedido, como el gordo. tanto frenesí era insostenible. como el gordo.

subibaja

reencontrarse. otra vez reencontrarse. júbilo jarana jauja eureka: otra vez acá, imaginándome entera. imagen de mí entera, cuán placentera y efímera. encontrarse sabiendo que volverse a perder. pero así da gusto: vaivén, vaivén de mi alma. vaivén del alma mía.

fichus

chicho no lee esto. no lo lee ni lo va a leer. me gusta así. porque entonces puedo hablar libremente de chicho. chicho hace cositas para películas. es percusionista y es un poco mi amigo. lindo tipo chicho. vive lejos de aquí y juega a contarme su vida. me relata lo que le gusta y lo que no. algunas de las cosas que hace. lo que prefiere comer, el placer que le causan las sábanas limpias, sus angustias de otoño.
yo también le cuento mis cosas, algunas, las que elijo. le cuento, por ejemplo, sobre asterix y obelix:

...cuando yo chiquita tenía unos hermanos, tres. eran grandes y maravillosos mis hermanos, y por supuesto yo me enamoraba ininterrumpidamente de cada uno de ellos por separado y de todos juntos a la vez. todo lo que venía de esos tres era espejito de color y lentejuelas para mis ojos ávidos de nena enamoradiza y fascinable.
un día, entre teg, negocios en la ciudad, el go, el estandarte, cazar renacuajos, hamacarnos hasta que alguno reventara cara a tierra, ver las pelis de las que hablaban, comprarme todos los playmobils que podía, y tantas otras misceláneas; un día estos guachos me traen un asterix. fue la apoteosis. un antes y un después. un universo nuevo e increíble que rápidamente tomó visos de secta: si me enteraba de que fulano leia asterix ya lo miraba con ojos interesados. Si leia asterix, automáticamente, mengano pasaba a pertenecer al bando de los buenos, de los piolas, de los que valían la pena.
fue casi como una guía de mi infancia asterix, me ordenaba el mundo entre quienes lo amábamos y quienes no tenían idea de su existencia, esos pobres pavos que no entendían nada...

chicho nunca leyó asterix. lo conoce, claro. pero jamás leyó ninguno.

él recomienda películas, discos, tortas alemanas, dibujos animados. entre otras cosas, me cuenta que hace poquito fue a ver un documental sobre miles davis. entonces, despacio, desliza sus preguntas entreveradas en medio de hermosas historias:

...entonces le ofrecieron a miles hacer la música de "ascensor....". el tipo dijo que a cambio sólo quería un auto verde convertible. nada más. obviamente, eligió también a los músicos.
cuenta la leyenda que llegó y, según lo previsto, lo esperaban en el aeropuerto con el cochecito. lo metieron dentro y lo llevaron a un galpón donde el trío montado lo esperaba. allí, una pantalla de cine y un proyector. le pasaron el armado de la peli y el monstruo en dos sesiones grabó la música de toda la película (no me dijiste si la viste).
miles... un grande... linda historia.
y colorín colorado con este cuento mi día se ha acabado...
en un rato, acobijada por mis anginas, voy a ver ascenseur pour le chafaud.
chicho está leyendo sus primeros dos asterix.
dos nenes cambiando figuritas.
lindo juego.

esas, estas dos

sábado por la noche. ella y yo. dos mujeres de treinta años vividos. dos nenas de diecisiete encabalgadas en las ganas de jugar. dos señoronas taconeando. dos reventadas encaramadas en sus tacoaguja (y vos uñas rojas, qué envidia). dos amantes de la buena comida. dos hambrientas engullendo pizza fría. dos locas arañando corduras. dos cuerdas sobrevolando la locura. dos animosas.
dos amigas de antaño novedosamente encontradas.
dos tipas tiradas por ahí, bajo sobre entre almohadones.
descalzas, sonrientes, cansadas.

ella: la santamarina, la dulce niña, la que pinta.

viernes, noviembre 11, 2005

no es mío:

-y podríamos desflecar un poco el tema de la sensibilidad y otras aventuras del espíritu.

es del tipo. me hubiera gustado decirlo a mi. me viene tan pero tan justito que me lo apropio, previa autorización del quetejedi.

miércoles, noviembre 09, 2005

amoxicilina

la molestia se convirtió en placa. la placa se reprodujo pronta y presta y mi garganta está intragable.
el cuerpo acompaña y, mansito, se queja en sus goznes y bisagras.
entonces, para no desentonar, mi ánimo la va un poco de mustio y otro tanto de marchito.

[ ...no se puede cantar atragantada... ]

lunes, noviembre 07, 2005

cantar

pero no cantar de cantarte las cuarenta. eso no, perdiste: quedarás en silencio.
oh, oprobioso silencio, te lo has ganado. con el sudor de tu frente.
voy a cantar de aaaaaaaaaaaaa eeeeeeeee y demás vocales y aleatorias consonantes.
venía arrastrando las ganas.
cambio.
paso a arrastrar las erres, las os y quizás alguna ene, aunque quede feo.

viernes, noviembre 04, 2005

mares

claro que me aflora la envidia, me germina, me crece, me asesina. de sólo pensar en vos con tu amiguito en un barquito por el bravío mar... no es para menos. a tu abuela la marearán los barquitos, a mi no. a mi me encantan. pero no, una vez sí, en un velero me pegué un mareo horrible. pero fue sólo esa vez. uf, hace mucho que no voy en un barquito. claro que me aflora la envidia.

pertenecer

sí, me gusta que me pongan en jaque. siempre que me sienta juguetona y segura como para oponer resistencia. en realidad, algunas veces me siento tan segura como la naranja de mono liso y si en esos momentos me ponen en cuestión, ahí ya de lo divertido pasamos, sin solución de continuidad, a lo trágico... viste como es esto de pertenecer al género humano...

miércoles, noviembre 02, 2005

slap

es que empezó noviembre y fijate, por suerte me agarra la calma y me sosego.
y no te digo que haya sosiego porque no, no da el marco.
pero un aire vientito y otra cosa, fssssssssssss.
y si quiero respiro profundo y me lleno los pulmones de aire.
y se me cuela una calma, que prendida a los alvéolos queda instalada, así, en sordina, pero anclada.

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